El amor por los colores no tiene límites y un ejemplo claro se vio en la oficina de socios del Club Temperley.
Marcelo Belelli se acercó para asociar a su hija, Eva Celeste.
Hasta ahí todo normal, salvo por un pequeño detalle: la pequeña todavía no nació.
A pesar de ello, se le incluyó en el carnet la imagen 3D de la ecografía y Eva Celeste Belelli ya es socia de Temperley.