Adriana Molina comenzó contando cuentos en el Hospital Gandulfo en el sector de pediatría y lo que nació cómo un proyecto personal, al tiempo se transformó en un gran abrazo a muchos niños.
A partir de su jubilación como docente bibliotecaria, decidió seguir vinculada con los chicos pero de una manera distinta. Adriana consiguió autorización para ser voluntaria en el sector de internación pediátrica y desde entonces cuenta cuentos a niños en el Hospital Gandulfo.
«Me encontré en una situación muy diferente a la que estaba acostumbrada: ya no eran chicos de guardapolvos blancos sentados en alfombritas, rodeados de los libros de mi biblioteca. Eran niños recostados en camas de hospital con sus cuerpos enfermos y padeciendo angustia y dolor en algunos casos”, relata.
De a poco se fueron sumando más personas y hoy en día son 20 en total. También se agregaron en otros sectores en los que leen, como consultorios externos, guardia y cirugía infantil. En la actualidad también se abrieron a la tercera edad: un grupo específico de narradoras cuentan en la sala de espera de Adultos Mayores y próximamente es probable que se haga en Internación de Adultos.
El próximo 28 de octubre cumplen cuatro años, por lo que Adriana expresó: “Mi objetivo sería: romper con la palabra esa situación agobiante, ese encierro forzoso, llevar el afuera y por unos momentos convertir las habitaciones en sitios de juego y recreación”.