Alejandro Moore es un baterista y percusionista lomense. Junto a otros dos músicos, creó en 2006 la comparsa Guariló, representante del candombe afrourugayo de Lomas de Zamora. A diez años del nacimiento del grupo, nos cuenta su presente y su futuro.
¿Cómo empieza tu pasión por la música?
Mi acercamiento a la música fue desde niño, al escuchar cantar a mi abuela (ella correntina) cuando lavaba la ropa, mi tío escuchando a Kiss y Pappo y las clases de música en jardín. Me regalaron un tambor de plástico y ahí le daba sin parar, tocaba en botellas, ollas y todas esas cosas de uso cotidiano. Rondaba los cuatro años.
¿Por qué la batería y la percusión?
La batería y la percusión son algo que tiene sabor, calor, melodías, donde la búsqueda de cada toque te acerca a lugares a veces inimaginables y abstractos. Creo que eso fue lo que me atrapó, la cantidad de colores. Y con la percusión folklórica de origen africano ni hablar: una vez que te pica no hay retorno.
¿Cómo nace «Guariló» y cómo fue tu encuentro con la comparsa?
Guariló nace por la necesidad de traer el Candombe a mi lugar, Lomas de Zamora. Aquello que vi por el año 99 en Parque Lezama me hizo vibrar y sentir algo inexplicable. Tuve la suerte de acercarme a las lonjas de San Telmo con el maestro Claudio Artigas Martirena. Él enseñaba el Candombe en el Parque Lezama, lugar donde estaban las bóvedas donde se depositaban a los esclavos africanos. A él le debo lo que hoy hago, lo que hice y lo que voy a hacer.
Guariló se forma en el año 2006 en la esquina de Portela y Tucumán con Ignacio Fracchia y Mario Rodríguez para el 24 de diciembre a la media noche. Así y ahí creamos la comparsa. Desde ahí no paramos.
¿Qué significa el candombe para vos?
El Candombe no se explica, se siente, el Candombe no se enseña, se aprende, el Candombe trasciende lo musical. Es una cultura, es que todo lo que pueda describir. Nos llamamos Guariló en homenaje al Candombe porteño pero hacemos Candombe afrouruguayo, es nuestra manera de sentir. Al Candombe se puede acercar cualquiera y mucha gente lo hace. Pero ahora he aprendido que el Candombe no es para cualquiera.
¿Qué proyectos se vienen?
A fin de año planeamos hacer un festival de Candombe en la Plaza Grigera, nuestra plaza, y poder viajar con la comparsa a Uruguay. 10 años no es poco, mi sueño es ver a mi hijo en la comparsa y yo mirando desde el costado disfrutando. ¡Vamo arriba!