Por Laura 
Respuesta inmediata de la comunidad
El Vivero Los Tilos de Banfield llevó adelante una emotiva campaña solidaria para ayudar a pacientes de un hospital oncológico en la Ciudad de Buenos Aires. La colecta, destinada a reunir telas de seda fría para turbantes y telas gruesas para morrales de sondas vesicales, logró una respuesta extraordinaria en menos de cinco días.
Un baúl lleno de solidaridad
Gracias al compromiso de los vecinos, se recolectaron grandes cantidades de telas que ya fueron entregadas a las voluntarias encargadas de confeccionarlas. Tamara Bratich, impulsora de la campaña y responsable del vivero, expresó:
“Aunque en verano suele ser más difícil organizar colectas, esta vez tuvimos una respuesta inmediata. Fue muy emocionante ver cómo la comunidad se unió por esta causa.”
Historias de empatía y amor
Entre las donaciones, Tamara destacó un gesto conmovedor: una vecina donó los turbantes que había usado durante su propio tratamiento oncológico. “A mí me salvó el nacimiento de mi nieto, y quiero dar amor a quienes estén atravesando lo que yo pasé”, contó la mujer, dejando un mensaje de esperanza y solidaridad.
¿Para qué se usaron las telas?
- Telas de seda fría: Utilizadas para confeccionar turbantes, esenciales para pacientes que pierden su cabello debido a los tratamientos.
- Telas gruesas: Necesarias para elaborar morrales, diseñados para disimular las bolsas de ostomía, fundamentales para personas que han atravesado procedimientos quirúrgicos en el sistema digestivo o urinario.
El éxito de la colecta
La campaña fue tan exitosa que tuvo que ser pausada. “Juntamos tanto que las voluntarias nos pidieron detener la colecta porque no tenían más espacio físico para almacenar las telas”, explicó Bratich, quien además está comprometida con la acción solidaria durante todo el año.
Cómo seguir ayudando
Para mantenerse informado sobre futuras colectas organizadas por el vivero, se puede seguir a Vivero Los Tilos en:
- Facebook: Vivero Los Tilos
- Instagram: @viverolostilos
Solidaridad que transforma vidas
El trabajo de Tamara y de los vecinos de Banfield es un recordatorio de cómo pequeños gestos pueden tener un gran impacto, ayudando a pacientes oncológicos a transitar sus tratamientos con más dignidad y apoyo emocional.
