Sergio Mercurio es conocido como El Titiritero de Banfield y mientras se prepara para los espectáculos que brindará en el Teatro El Refugio (Maipú 540), los viernes de abril a las 22hs, le contó a InfoLomas cómo se inició y cómo vive en el mundo de los títeres.
¿Cómo y cuándo empezaste con los títeres?
A mis 25 años ya había terminado dos carreras, las ejercía, pero creía que el mundo era mucho más grande de todo lo que veía en Banfield. Cuatro años antes estuve en África, donde había vivido la vuelta a la democracia, y me sentí con la edad para iniciar un viaje que me llevó 12 años. Cuando regresé el mundo había cambiado.
Este año cumpliré un cuarto de siglo de trabajo con los títeres para adultos. Me convertí en titiritero viajando por América latina, lo hice de forma autodidacta. Cree muñecos que me interpelaban e interpelaban a la platea. Cree sobre todo personajes.
¿Qué tiene de particular un espectáculo de títeres?
Supongo que cada titiritero va a responder de otra manera esta pregunta, porque el acercamiento a un trabajo o a un oficio, el profundo acercamiento guarda resortes que se activan de forma misteriosa. Un trabajo cuando es elegido ejerciendo la libertad guarda una profunda identificación. Es decir, en el momento que me convertí en titiritero, eso me permitía por consecuencia seguir siendo quien yo era. En mi caso me sedujo el trabajo con los títeres porque reunía, el teatro, la escultura, el dibujo, la escritura, y el viaje.
Pero los títeres, así como la abogacía, la política, la docencia o la policía, se pueden ejercer por una profunda identificación con algunas elementos de la naturaleza de ese trabajo. En mi caso, yo necesitaba un trabajo que me permitiera ejercerlo el tiempo que yo eligiera, cobrar y marcharme. Eso me permitió vivir un año en cada país de América, salvo Colombia donde no me quedé ese lapso.
¿Crees que hoy no encuentra valorado el género?
No lo sé, yo comencé a hacer este trabajo hace 25 años, cuando no existían titiriteros profesionales para adultos. Hoy en día conozco a los pocos que hay en el mundo. Si pienso en el valor que se le da a mi trabajo, me encuentro grato con este momento del mundo, porque tengo trabajo en muchos países durante todo el año.
Hace ocho años dictas el Taller Retiro 5 principios para un comienzo, ¿de qué se trata?
En ese taller colaboro a que los asistentes encuentren su propia poética. Donde permito que las personas se acerquen a los lenguajes artísticos lejos de la limitación esquemática y desmoralizante de las universidades o de la mayoría de los maestros de teatro.