En Santa Catalina, el Jardín Comunitario Mi Principito amplió su infraestructura con el propósito de optimizar su labor de educación e inclusión.
La institución construyó tres salas equipadas para poder trabajar con chicos con capacidades diferentes (autismo, trastorno por déficit de atención (TDA) o dificultades en el habla).
La Directora del Jardín, Natalia Ibarra, explicó que “las tres salas especiales fueron ideadas para mejorar la calidad educativa y de inclusión de chicos con capacidades diferentes, con la intención de tener una atención más personalizada con los alumnos”.
El proyecto fue apoyado por el Municipio y Desarrollo Social, quienes hicieron posible que se llevara adelante la obra.
Del acto de inauguración participaron también Ayelén Mitriani, subsecretaria de Formación Integral; Patricia Sosa, inspectora de los jardines comunitarios de Lomas, y Mónica Leis, profesora del Instituto Nº103.
Las nuevas salas, ubicadas en Pampa 2640, cuentan con juegos psicomotrices antigolpes, juegos para sala de dos años y espacios para llevar a cabo diferentes actividades para la estimulación temprana del lenguaje.
«Cada alumno que tiene algún problema o capacidad diferente ya fue diagnosticado y están con nosotras desde el año pasado; con la idea de mejorar la integración fue que surgió el proyecto para llevar a cabo una mejor labor», agregó la Directora Ibarra.