«SUEÑO CON TENER LA CAMISETA DE ARGENTINA CON MI APELLIDO EN LA ESPALDA»

moralesLa frase que le da título a la nota le pertenece a Rocío Morales, jugadora de vóley en la tira de inferiores de la Municipalidad de Lomas de Zamora. Su sueño tiene sustento, porque a los 15 años ya forma parte de las Selecciones de base y hasta se dio el gusto de ser campeona, con la categoría Menor, en un certamen amistoso nada menos que en Brasil, país potencia en este deporte.
Desde hace un tiempo, Rocío tiene al vóley como parte de su vida. “Empecé a jugar hace cinco años, en Independiente de Burzaco”, comienza y sigue: “Hacía deportes individuales, hasta que me propusieron alguno de equipo y lo primero que me vino a la mente fue el vóley, porque mi mamá lo jugó en la escuela. Después de dos años ahí, fui a probarme a Lomas, porque quería crecer.”
En esa búsqueda de crecimiento, en 2015 Morales formó parte del plantel de Lomas de Zamora que ascendió al Nivel A de Inferiores de la Federación Metropolitana, la máxima división a nivel regional. También ha dado algunos pasos en el plantel de mayores, empezando a foguearse en el equipo que también disputa la primera categoría, la División de Honor Metropolitana. El último fin de semana, fue clave para que el equipo Sub 15 de Lomas obtuviera el título en el Clasificatorio y el pasaje a la Copa Argentina.
“Cada entrenador me ayuda a crecer, me he quedado una hora más con ejercicios de saque, recepción, ataque, defensa. Hasta que no ponía 30 pelotas bien, no me quería ir”, destaca. Claro que, para semejante compromiso con el trabajo, hay que disfrutar la actividad. Y Rocío lo hace: “No puedo elegir una sola cosa que me guste del vóley. Salvar una pelota imposible, que una compañera haga un puntazo y gritarlo con ella, jugar un punto como si fuera el último de mi vida… Me encanta ser parte de un grupo, de un equipo adentro y afuera de la cancha, saber que si bajás la cabeza tenés a alguien apoyándote al lado.”
En efecto, el equipo juega un rol importante en su presente y futuro, como ella misma subraya: “Sin cada una de las compañeras que tengo, no podría haber logrado nada. No sólo ellas, también los entrenadores. Todo el apoyo que me dan, el aliento, es muy importante para mí. Lomas me ayuda a crecer muchísimo y lo agradezco infinitamente; sin ellos no estaría donde estoy. Y ni hablar de mi familia, son fundamentales en todo esto”.
Además de su presencia en la Selección Menor, con la que fue campeona en el competitivo Torneo Internacional La Estrela en Brasil, también fue convocada a la Selección Juvenil, categoría que abarca a jugadoras mayores que ella. “Soñaba con vestir la celeste y blanca. Lo deseaba terriblemente, pero la verdad que no me imaginaba lograrlo”, reconoce Morales al respecto. “Mi mayor sueño es tener la camiseta de la Selección Argentina con mi apellido en la espalda. Cuando tenía 13 años, una de mis entrenadoras me dijo ‘no pares, yo sé que te voy a ver en la Selección’.”
Un tiempo después de ese vaticinio, llegó el momento en que se hizo realidad. “Un día, me llama una de mis entrenadoras y me dice ‘¿Estás sentada? Porque te tengo que dar una noticia bastante importante’. Ahí me dijo que estaba citada para concentrar y me largué a llorar, no podía parar. Emoción, felicidad, nervios, ansiedad, todo junto”, sonríe Rocío, y cierra con un desafío: “Sueño mil veces con representar a la Argentina en un Mundial. Me imagino la emoción de estar cantando el himno nacional. Y voy a trabajar muchísimo para poder llegar a eso.”

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