Violeta Aranda es otra de las embajadoras deportivas de Lomas de Zamora que está en continuo crecimiento. Surgida de la escuela gratuita de atletismo del Municipio, día a día suma resultados y nuevas experiencias en esta disciplina que es todo para ella.
Con 17 años recién cumplidos, viene de un buen rendimiento en el Campeonato Argentino, en el que llegó a la final de los 100 metros con vallas. Al respecto, analiza: “Aunque me hubiese encantado bajar marca, lo disfruté mucho. Me sentí muy bien cuando corrí, fue genial ir a un Nacional, correr con los mejores y pasar a la final A. Cuando escuché que estaba en la final, fue increíble.”
“Siento que voy mejorando cada día más”, agrega Violeta, ya volcada definitivamente a esta prueba que la apasiona. Es que, en sus inicios a los 12 años, pasó por “casi todas las pruebas”, hasta que encontró en las vallas su lugar. “Al principio les tenía un terror tremendo”, confiesa y sigue: “A medida que lo fui haciendo me fue gustando. Fue un camino bastante difícil, con cosas como la técnica y que te den los pasos, y en algunos entrenamientos me frustraba demasiado, pero de a poco fui logrando resultados.”
Hoy, mientras forma parte de un nutrido lote de atletas lomenses que se destacan en lo suyo, tiene el plus del disfrute pleno. “El atletismo es mi vida entera. Es en todo lo que pienso, todo el día. Lo pongo por sobre todo; si tengo un torneo yo voy, no importa qué otra cosa tenga”, explica, y enseguida esa pasión le abre lugar a los sueños: “Quiero llegar lo más lejos posible y en las mejores condiciones. Me encantaría estar toda la vida ligada al deporte, haciendo y enseñando. Y llegar a unos Juegos Olímpicos en la prueba que más me gusta, los 100 con vallas.”
Además, representar a Lomas de Zamora también tiene su sabor especial. “Es mi lugar. Es en donde vivo, en donde empecé atletismo y por eso siempre quiero hacer lo mejor que puedo. El Parque es una segunda casa para mí, desde que empecé estoy ahí y voy todos los días. Por eso me pone contenta que esté mejorando día a día, que tengamos una nueva pista y también el apoyo y la ayuda que nos brindan a los atletas”, dice Aranda.
Sabe Violeta que, como ella, muchos pueden animarse a este camino, de la mano de una actividad que es completamente gratuita. Por eso, aconseja: “La escuela de atletismo es una oportunidad única de empezar una actividad porque sabés que la plata no se va a interponer; uno va y participa sabiendo que puede hacerlo toda la vida. Además, mi entrenadora Marina (Fernández) y todos los profes le ponen muchas ganas y te ayudan mucho a mejorar.”